RECORRIDO:

CRÓNICA:

Seguro que has oído hablar del mítico Mortirolo, uno de esos monstruos italianos con una pendiente media del 10%		Pues en Zamora tenemos algo parecido, seguramente con más pendiente media pero menos longitud.
En estas fechas los caminos están inusualmente secos y desplazarse hasta allí es casi hasta fácil.		Antes de abordar la subida conviene hacer una paradiña, más que nada para llamar por teléfono, hacer pis, comer, echarse unas risas...
Y es que lo que viene encima (o debajo) bien merece un reposo.		Sí, hay que llegar hasta allí abajo. Y lo peor es que hay que volver a subir.
Si nos cuentan que íbamos a encontrarnos agua no nos lo creemos.		Más de uno (el que suscribe incluido) se mojó un pie. El agua estaba fresquita, y más que fresquita, pero se secaba rápido.
Ángel ya podría, ya. Con su full suspension estas cosas son pan comido.		Y aquí lo veis, encarando la cuesta. Así parece poca cosa, pero si se ve de abajo para arriba casi te das con el camino en las narices.
Aunque hay quien dice que las hay peores, camino de Carrascal. Tendremos que ir a probarla un día de estos.		Y al fin en el remanso la tranquilidad del río Duero, eje vital de nuestra comunidad.
Esto parece llano, pero no veáis qué bajada hay hasta allí.		Sobre la carretera de Almaraz ya hemos hablado. Pero no estaría de más una capita de asfalto.