Detalle de la
ruta: Ruta: Las Cascadas de Abejón
31-01-10
Salimos del aparcamiento de la Ciudad Deportiva a
las 9 de la mañana, pero con fregoneta, Alberto, Chema, Tito y Ramón.
Llegamos a Pereruela fresquitos y limpitos.
Salimos de las calles de Pereruela y nos hundimos en
el barro, barro y mas barro, roderones, agua corriendo por los roderones y a
pesar de la helada barro y mas barro. En los descensos barro y mas barro,
llaneando barro y mas barro, ascendiento barro y mas barro.
Vadeamos algunas lagunas que cubrían mas de media
rueda y con el agua fresquita.
Al llegar a Arcillo tres de los componentes
comprobamos la temperatura del agua, el cuarto la solidez de los puentes de
losas graníticas sayaguesas.
En la dehesa de la Albañeza, sorpresa, no hay que
abrir y cerrar puertas, han instalado porteras de tipo canadiense.
La travesía de la dehesa, interminable, con barro, y
agua brotando del camino y de los bordes del camino. Al llegar a los
caseríos mas lagunas entre las paredes de piedra.
Los caminos de Abelón con sus cunetas, ciclables,
sólo había barro y roderones en algunos bajos y otro vado-laguna a la
entrada del pueblo.
En el barrio de la Iglesia de Abelón un grupo de
bikers de "Plato Grande" comían la barrita, habían escogido hacer ruta de
asfalto. Les acompañamos un ratito.
Continuamos la marcha hacia el otro barrio de Abelón
donde enfilamos el camino en descenso hacia el arribe buscando las cascadas.
Se nos acabó el camino, continuamos por senderos, entre escobas, aparcamos
las bicis y bajamos zapateando y contemplamos la gran y espectacular cascada
y el molino de cubo junto al Duero.
Varios senderistas también la contemplaban y
fotografiaban. Al otro lado del río, en Villaseco, los cazadores voceaban y
daban tiros.
Regresamos a por las bicis e iniciamos el duro
ascenso hacia el pueblo. A la salida del pueblo otra barrita y dado lo
avanzado de la hora decidimos regresar por asfalto por Gáname y Fadón a
Pereruela.
Llegamos a Pereruela a las 13,50, devolvimos la
fregoneta y alguno entró en casa a las 14,30.
Incidencias: Dos caídas sin importancia y un
pinchazo.
Comentarios: Además del barro, en la ida nos
“ayudó” el viento de cara. En el vuelta, hasta el cruce de Gáname viento de
costado. A partir del cruce nos sopló de espalda. |