Detalle de la
ruta: Partimos a las 8:00 de la mañana
del aparcamiento de la Ciudad Deportiva y después de ir a buscar "al garaje"
a dos rezagados pasamos por la CHURRERÍA para calentar el estómago antes de
salir de viaje con -9 grados de temperatura.
A las 9:30 o más llegamos a San Vitero, allí nos esperaba Andrés, un poco
enfadado por haber estado esperando más de media hora. Nuestras disculpas.
Después de ataviarnos convenientemente por fuera con el debido
equipamiento y "por dentro" con unos "30 grados", tomamos la salida
iniciando el descenso del valle. Enseguida nos damos cuenta que todo está
helado, la hierba, el camino, etc.... Al poco tiempo ya comenzamos a cruzar
el arroyo y las bicicletas empiezan a dar algún susto que otro: "se
niegan a cambiar correctamente" y alguno tuvo que ir a "piñon fijo" largo
rato.
La diversión va en aumento: caminos con agua, mucha vegetación, zarzas y
endrinos nos dificultan el paso en algunas ocasiones y en otras tenemos que
escalar o atravesar el arroyo con el agua casi por encima de las ruedas (ver
Tito)..
Maravillosos paisajes otoñales y de invierno nos acompañan durante toda
la ruta. Disfrutamos mucho pero también hay que decir que pasamos mucho frío
y que hubo tres caídas: Andrés, Tito y Chema. Andrés con una lesión
superficial en la rodilla derecha y el "maillot nuevo" roto, Tito con una
buena "mojadura" y Chema sin consecuencia alguna la caída "de parado"
(eso por llevar unos buenos pedales, je je ). Otras leves
caídas ni se nombran aquí.
A medida que descendemos el arroyo se transforma en río (por su caudal,
profundidad y anchura) y hace más complicado, pero divertido seguir el
camino-sendero que lo cruza en varias ocasiones.... Bonitas fotos hay.
A la mitad del camino salimos del valle y comenzamos una ascensión a lo
más alto de la montaña para continuar por unos pinares preciosos y después
entre jaras y monte llegaremos a Gallegos del Campo. De aquí a San
Cristóbal por un camino que en algunas ocasiones tenía mucho barro. En
San Cristóbal hemos parado a calentarnos un poco los pies ya que ·"no
sentíamos los pies". Unas friegas para Ramón y Tito y continuamos
hacia San Vitero. Cerca del final de la ruta una pradera totalmente
helada nos dió la ultima pincelada de color.
Disfrutad de este pequeño reportaje fotográfico....
(hay más de 270 fotos en el original y algunas muy buenas.
Ya las veremos)
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