El paisaje, casi lunar, era difícil de hollar
para los sofisticados vehículos de los visitantes.
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Mientras nuestros héroes surcban el terreno cual
si del mar del polvo se tratase, las huellas de algún extraño dinosaurio
les acompañaban.
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Pero ellos no se amilanaron
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Y continuaron su camino como si tal.
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La estampa era mitad romana mitad lunar. ¿O
quizás es que la expedición se trataba de un viaje al satélite más
famoso?
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El caso es que, por si las moscas, los héroes
decidieron hacerse una foto “de familia”.
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A la vuelta de un recodo aparecieron unos
gigantescos dólmenes...
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... que próximamente serían convertidos en
menhires por la mano de los artesanos (¿o era al revés?)
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Aquí podemos ver un menhir que ni Obelix sería
capaz de mover
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Y aquí a los intrépidos una vez abandonada la
tierra de menhires.
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Este zamorano de adopción había perdido algo.
Quizás estuviese en la zapatilla
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Y mientras este zamorano de Zamora contemplaba
los surcos dejados por una procesión de dinosaurios.
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Poco después apareció un extraño artilugio de
madera que intentaron derribar con piedras
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Pero su puntería era floja, a excepción de
Nachorix, quien hizo blanco como en él es costumbre.
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Posteriormente encontraron un extraño artilugio,
unomás
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Y lo rodearon no fuera a ser la antena de algún
dinosaurio subterráneo.
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Después llegaron a la terrible encrucijada
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Y poco después se perdieron en un valle cada vez
más lunar
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Nos falta uno, ¿ándandará?
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Albertorix también se extrañaba, algo no
iba.
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O no volvía
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Y de repente la luz se oscureció, una vez
más
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En aquel lugar tienen esta extraña forma de subir
por las laderas, con una escalera a mitad del camino, debe ser para
descansar.
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Y aquí vemos cómo las romanas galeras han dejado
sus huellas en la árida pradera.
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El paisaje es indescriptible...
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... y de repente aparece un caudal de agua a la
vera de los zamoranos, a quienes encabeza Angelorix
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Y todo vuelve a la normalidad...
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¿ O
no? |